Hábitos clave para prevenir fraudes con tarjetas de crédito

Lo que debes saber para cuidar tus tarjetas
Llevar nuestro dinero de una manera cómoda y segura, no ha sido tan fácil como disponer de él en las tarjetas de crédito, en especial porque nos permite acceder a él en cualquier momento y lugar. Esto sin duda se ha convertido en una solución financiera que sigue atrayendo la atención de los usuarios para disponer de sus propios recursos. Sin embargo, sabemos que las intenciones de todos no son las mejores y que podemos estar expuestos a fraudes aún sin haberlo notado.
Es por ello que, en esta ocasión, te presentaremos una serie de hábitos y formas que te ayudarán a cuidar tu información y tu tarjeta de crédito en distintas condiciones y circunstancias, de esta manera evitaremos en la mayor medida de lo posible, ser víctimas de fraudes.
Hábitos para prevenir el fraude con mi tarjeta de crédito
Muchos de los cuidados y medidas de seguridad están muy cerca de nosotros, por ello es de vital importancia prestar atención a la forma en la que manejamos nuestros productos financieros y también la información sobre ellos. De acuerdo a esto, podemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Memoriza tu información de seguridad
Sabemos que con la cantidad de información que recibimos en el día y lo distraídos que podemos estar en distintos momentos, memorizar es una práctica que requiere tiempo y concentración al inicio, pero pronto ya será mucho más fácil almacenar información, en especial, información relacionada con nuestros productos financieros. Lo que sugerimos es memorizar información esencial para el acceso y datos que lo comprueben, como respuestas de seguridad. Esto evita que tengamos recordatorios o documentos con esta información que pudiéramos perder y dejar expuesta nuestra información financiera.
2. Genera combinaciones complejas
Muchas personas optan por combinaciones sencillas que consideran, les permiten recordarlas con facilidad, sin embargo, esto puede ser un foco de inseguridad demasiado alto si una persona malintencionada adivina fácilmente la contraseña. Es por ello que recomendamos que crees una contraseña constituida de manera compleja, así no será tan fácil de coincidir. Olvida las fechas, tu número de documento, número de teléfono, el año en curso o el típico 1,2,3,4.
3. Cambia la contraseña regularmente
Aunque muchas plataformas y entidades ya determinan el cambio de contraseñas de manera obligatoria, muchas otras aún no lo implementan. El cambio de contraseña es una de las medidas que se toman para evitar que el sistema de un equipo o máquina logre almacenar información y hayan personas con acceso a ella por cualquier circunstancia, de esta manera, el cambio de contraseña regular facilita que si alguien ha visto tu información, no tenga acceso a ella posteriormente. Recomendamos hacer esto cuando se sospeche de que la información ha sido expuesta o si no la has cambiado en los últimos meses.
4. Evita prestar o dar a guardar tu tarjeta
Es sumamente importante que tengas en claro que por ninguna razón, otra persona debe tener acceso a tu tarjeta y mucho menos de la información sobre los recursos y datos de ingreso. Esto, porque aún si la tarjeta es usada sin el conocimiento del titular, éste seguirá siendo el responsable de las compras que se efectúen o el dinero que se retire. Es por ello que se debe evitar prestar la tarjeta o permitir que otras personas la guarden en caso de no poder hacerlo nosotros mismos. En general, cuanto menos expuesta esté, mucho mejor. Evita dar información públicamente sobre datos de seguridad, así como también debes evitar dejarla en lugares de fácil acceso sin supervisión.
5. Verifica toda la transacción
Debemos estar al tanto todo el tiempo de dónde está nuestra tarjeta de crédito y cada una de las transacciones que se realicen con ella. Al realizar el pago, acompaña al vendedor hasta la máquina de tarjetas, verifica la cantidad de la transacción y asegúrate de que recibes la tarjeta de nuevo antes de salir de la tienda. Si la compra es por Internet, sólo será necesario el número de la tarjeta. Procura usarla en sitios de confianza y que permitan la transmisión segura de datos.
6. Guarda copias y registros
Los registros, comprobantes y demás elementos que permiten confirmar la transacción que se realiza, son claves para rectificar la información en caso de que algo no salga como esperábamos. En este sentido, te recomendamos que en cada paso del proceso, te asegures de mantener todas las copias de los documentos, correos electrónicos, confirmaciones de pago, comprobantes y otras comunicaciones por emisor de la tarjeta donde se registren las transacciones y procesos. También observa tu factura con atención y reporta cualquier transacción irregular.
7. Ten cuidado en cajeros automáticos
Otro punto importante es elegir cajeros automáticos que se encuentren ubicados en una zona segura, si es posible. Si el sitio está poco iluminado o se encuentra en una zona desierta, sería mejor buscar otro terminal de autoservicio. En cualquier caso, es necesario que siempre estés al tanto de las personas que te rodean, así te aseguras de que nadie cerca pueda ver tu contraseña y/o la cantidad de la transacción que realizas.
Después de completar la operación, no olvides retirar la tarjeta y el recibo de la máquina. Si tu tarjeta es retenida en el cajero automático, desconfía de los que ofrecen ayuda, aunque parezca seguridad del banco. Evita el contacto con extraños y reporta cualquier anomalía a la compañía de tarjetas de crédito o banco, tan pronto como sea posible.
8. Presta atención al teléfono y correspondencia
Los estafadores pueden usar otros medios de estafa, como lo es el envío de correspondencia haciéndose pasar por instituciones financieras, compañías de tarjetas de crédito o incluso organizaciones benéficas. Recuerda que las instituciones financieras no suelen solicitar datos personales o financieros a través de vías no directas. Así que nunca proporciones dicha información, a menos que hayas iniciado la comunicación.
Si recibes una llamada solicitando los datos de tu tarjeta, pregunta por los detalles y las razones de la solicitud. Si el autor no responde, sospecha. En vez de pedir un número de confirmación o protocolo, realiza una investigación sobre la compañía que llama y ponte en contacto con el centro de atención telefónica, cuyo número aparece en el sitio web de la empresa.
9. Si sospechas de fraude
¿Tomaste todas las precauciones necesarias y aún así, tienes la sospecha de que estás siendo víctima de un fraude? En esta situación, la rapidez con la que actúas puede marcar la diferencia. En primer lugar, ponte en contacto con el centro de llamadas del emisor de la tarjeta de crédito y registra la alerta acerca de la sospecha de fraude. Posteriormente debes solicitar el bloqueo de tu tarjeta de manera inmediata y de esta forma evitar cualquier posible transacción que se esté realizando en ese instante.
Si las tarjetas de crédito son un instrumento financiero importante y cada vez más usado, también es cierto que se han convertido en focos de atención y alerta, debido a la información y el almacenamiento de dinero que implican, por ello es clave tener los ojos bien abiertos y recurrir a algunas prácticas como estas, que fácilmente puedes convertir en hábitos para estar al tanto de la situación y así, saber cómo manejarla. En nuestra sección podrás encontrar mucha más información disponible.
Deja un comentario